Lamentablemente nuestro país con inmensas oportunidades para crecer y de hecho lo ha logrado a lo largo de los ultimas 20 años, pasa una vez mas por una crisis politica que frena las posibilidades de seguir creciendo económicamente en niveles que podían sacar a la población de la pobreza y de situarnos como un país líder en desarrollo.
Hace algunos años que orgullo sentía cuando viajaba a cualquier parte del mundo y me decían: "... que bueno el crecimiento de tu país, 20 años de manera sostenida y con una inflación bajísima.." Sin embargo esa bonanza en las cifras macroeconómicas contrastaba dramáticamente con algunas realidades, con regiones como Cajamarca, Loreto Huancavelica, entro otras, ocupando los últimos lugares en los indicadores de Desarrollo Humano. Regiones con un potencial enorme, con recursos del canon y otras fuentes distintas al Tesoro Público, pero que no han logrado superar los umbrales de pobreza y no solo por culpa de los gobiernos nacionales, sino en gran medida por sus gobernadores regionales. Truhanes con aires de demócratas, mediocres funcionarios e ineptos para gestionar sus regiones a las que robaron hasta el fundillo. ¿O acaso el gobernador de Cajamarca no está preso, así como el de Loreto, por robarle a su pueblo?. Pero esos gobernadores de prédica izquierdista y algunos asolapados incendiarios comunistas, llegaron investidos del poder de sus pueblos y le robaron a ese mismo pueblo al que juraron no fallar. Pero el discurso era siempre culpar al gobierno central para tapar sus fechorías o su incapacidad. Entonces surgieron los gánsteres regionales de gamma media, algunos con diarios o emisoras de radio o tv que sirvieron de fachada a sus actividades ilegales.
Por el lado de la economía grande y central, esa de grandes proyectos dio a luz a festines que vienen desde el primer gobierno de García, pasando por todos los gobernantes, pero bajo ternos de lanilla y corbatas de seda dilapidaron, para sus beneficios, muchos recursos que hoy servirían para sectores a los cuales nunca llegó la bonanza económica. Y esto dio lugar a los gánsteres de alta gamma amparados por Odebretch, OAS, la interoceánica, el Metro de Lila etc. Y atravesó derechas e izquierdas, pero la derecha se volvió achorada y la izquierda corrupta y convenida, y entre todos se tapaban sus enjuagues. La filtración de la corrupción de alta gamma paso por todos los poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, cuanto mas por otras instituciones.
Pero todo este carnaval de corrupción mutó a algo peor, a una generación de pájaros fruteros encaramados en el poder. Gente sin ningún escrúpulo que te pedia plata para una cita con las autoridades mas altas. Gente que llegó al peso y se ubicaron en diferentes partes de esta cancha politica: ministros impresentables, congresistas sin neuronas y una recua que se metió a las entidades públicas y que creía que "no mas pobres en un país rico" los haría realmente ricos. ¿Quienes se hicieron ricos?. Esa gente a la que seguía, y que hasta hoy hay gente que no cree toda la delincuencia generada por estos individuos, sus lideres de arena.
No hay defensa alguna para la corrupción, esta ha carcomido izquierdas y derechas. La ICC (Izquierda Corrupta y Convenida) y la DBA, son para efectos de la corrupción hermanos gemelos pero con diferentes métodos. En este contexto los se aprovechan son el narcotráfico, la minería ilegal, la trata de personas y otras lacras sociales, que por un puñado de billetes se compran un juez, un fiscal y un par de abogados, un congresista o varios niños congresistas y hoy en su mutación perversa compran a la gente ingenua vendiéndole estribillos que ni siquiera ellos procuran conocer y los enfrentan entre peruanos. Acá es una guerra orquestada desde el narcotráfico y la minería ilegal que usa a las izquierdas con dinero pagado a sus dirigentes, como parapeto para sus fechorías.
Lo úrico que nos va sacar de la pobreza es el trabajo y tenemos un país generoso para trabajar. Solo déjenos trabajar y verán cómo crece nuestro Perú. La gente común como muchos de los que me leen viven de su trabajo y no de los políticos.
Por: Juan Lazarte
